Yo no soy machista, pero…

Si afirmas que tú no eres machista, está muy bien, ya que implica que estás a favor de la igualdad de la lucha feminista por parte de las mujeres a lo largo de la historia. Si añades el «pero», supone reconocer que hay algo que no estás dispuesto a hacer, que justificas o legítimas algún privilegio.
¿Te das cuenta?
Si eres un hombre y utilizas esta frase, ponte la lupa

Si eres un hombre, ponte la lupa a ti mismo, date cuenta de esto y reconoce la violencia machista y sexual contra las mujeres, pero no te quedes aquí. Recházala con claridad, pasa a la acción sin ningún pero y rompe con las actitudes machistas.

Ponte la lupa a ti mismo

Date cuenta que la educación sexual y emocional que hemos recibido nos posiciona en un lugar de privilegios respecto a las mujeres.
Reconoce que la impulsividad sexual no es la causa de las violaciones, sino que es la creencia de que tenemos derecho a poder agredir, abusar, y controlar los cuerpos, la sexualidad y en definitiva, la vida de las mujeres.
Reconoce que el machismo también es una tiranía para los hombres. Estamos cansados de tener que demostrar, competir, demostrar poder, tener que imponernos, ligar y practicar mucho sexo, no demostrar sentimientos, en definitiva, del estereotipo de masculinidad.
Date cuenta que o renunciamos al machismo cotidiano de forma explícita o la violencia contra las mujeres nunca desaparecerá. Cualquier acto, por pequeño que sea, como hacer un chiste sexista, compartir fotos de carácter sexual, tratar a las mujeres como objetos sexuales, etc. contribuye a consolidar el machismo, por lo que es necesario que renunciemos de forma activa a estas actitudes.
Reconoce que a veces no eres capaz de ver las formas de violencias sexuales que sufren las mujeres. Esto es debido a los códigos culturales recibidos, que nos hacen relativizar algunas cosas, pero lo que sí que nos toca es dejar de ejercerlas.
Pasa del rechazo a la acción
